Desde el año 1400, algunas
piadosas mujeres, en busca de una más profunda espiritualidad y perfección de
vida, quisieron adaptar -bajo la guía de los frailes Carmelitas- a su condición
femenina el espíritu del Carmelo y su Regla. Así nacieron las monjas
Carmelitas en el año 1452, en Florencia, donde se erigió el primer monasterio:
Santa María de los Ángeles (del que fue monja Santa María Magdalena de Pazzi).
Su vida estaría dedicada por completo a la meditación, al Oficio Divino, al
trabajo y a la penitencia. En Francia se difundieron con rapidez por obra de la
Beata Francisca De Amboise, colaborando el Beato Juan Soreth.
"La esposa de
Jesucristo debe asemejarse a los sabios del mundo, los cuales tienen escondido
el dinero. También ella debe amasar en el corazón los tesoros de las buenas
obras, escondidas a los hombres y abiertas sólo a Dios. Esta es la manera más
segura de atesorar para el Cielo". (Santa María Magdalena de Pazzi)